1. Empieza a prepararte lo antes posible
Puedes empezar a preparar tu casa desde el momento en que decides ponerla a la venta.
Pero, idealmente, deberías darte entre 90 y 180 días antes de sacarla al mercado para tener suficiente tiempo para ponerla al día, hacer reparaciones y ordenar.
“De esta forma puedes controlar tu ritmo y ser estratégico”,
2. Busca ayuda profesional
Un agente inmobiliario local puede darte información sobre casas similares en tu zona, las tendencias en los precios y qué puedes hacer para mostrar bien tu casa.
Damos un paseo por la casa para ver qué es atrayente, qué puede no serlo tanto y qué necesita reparación”, dice Small. “Y luego evaluar, en base al precio, si algunas reparaciones o renovaciones pueden mejorar la venta de la propiedad”.
Deberás tener la piel gruesa, porque es duro aceptar las críticas que los profesionales o los contratistas que tomes para arreglar la casa harán de ella.
si quieres ayuda profesional puedes hablar con un agente aquí
3. Arréglala
Muchos vendedores dudan a la hora de hacer mejoras antes de poner su casa en el mercado, como cambiar las alfombras o las encimeras, porque creen que el comprador querrá elegir su propia decoración.
Pero los compradores quieren, con frecuencia, mudarse a casas ya listas para vivir. “La mayoría quieren tener que hacer solo mínimos cambios y mejoras”
Estos son algunos consejos prácticos para lograr el resultado deseado con poco esfuerzo:
- Pon orden. Vas a tener que ordenar. Despiadadamente.
- Guarda tu colección de gatos chinos. Los compradores deben ser capaces de verse a sí mismos viviendo en la casa, por lo que debes eliminar tus objetos personales.
Esto incluye fotos familiares, baratijas, colecciones, trofeos y esa pila de zapatos de niños en la entrada.
- Prepara el escenario. Si buscas en internet, encontrarás muchos consejos sobre cómo preparar tu casa para mostrarla: dónde colocar los muebles, la mejor forma de iluminar una habitación o cómo crear un rincón de lectura en una esquina rara.
De paso, cambia esa alfombra vieja y usada, pero elige otra neutral.
- No olvides los armarios. Si ordenas poniendo cosas en los armarios, es que no has entendido bien: los compradores van a examinar hasta el ultimo rincón.
“¿Cuántas veces hemos abierto puertas y se han caído cosas?”
Piensa en tus zonas de almacenamiento como pequeñas habitaciones de tu casa y ordénalas también.
- Limpia, limpia, limpia. Puede que tu casa sea un sueño minimalista, pero si hay una capa de polvo, los compradores potenciales se darán cuenta. “La casa debe estar inmaculada”,
- Utiliza tu nariz. Una vez hayas ordenado y limpiado, huele. ¿Huele bien tu casa? Un mal olor desanimará al comprador, aunque la casa sea espectacular.
- Deshazte de los olores a mascota y añade aromas atrayentes: hornea, enciende velas o deja fuera una tarta recién hecha. “El viejo cliché de cocinar pan o comprar flores funciona”